Doujinshi en Japón!

Una pequeña nota sobre el Doujinshi.

Para los que no conozcan la palabra, «Doujinshi» en japones se refiere a las historietas (manga) o cualquier material impreso, creado por los aficionados. Son publicaciones independientes hechas por aficionados y para aficionados, pues no suelen tener un fin de lucro.

El Doujinshi es una actividad importante para los grupos de aficionados, o lo que se ha llamado «cultura otaku». Por ejemplo, la mayor reunión de «Otaku» en el mundo es la Comiket (コミケット), (Comic Market、コミックマーケット), y esta nace y se mantiene como un foro para la venta de doujinshi. También numerosos eventos se realizan al año en diferentes partes de Japón, bajo el nombre genérico de «Doujinnsi sokubaikai» (同人誌即売会)(exposición y venta de Doujinshi) congregando a cientos o a miles de dibujantes aficionados.

Algunos estudios importantes, por ejemplo el famoso «Adult Manga, Culture and Power in Contemporary Japanese Society» de Sharon Kinsella, describen la importante relación entre la industria del anime y el manga, y el movimiento de aficionados. Es en estos eventos, explica Kinsella, en que surgen los «subgéneros de la subcultura», o lo que ella llamó, «una subcultura de la subcultura», refiriéndose al «Yaoi«, orientado a  mujeres, y al «Lolicon«, orientado a hombres. Estos «sub géneros», (el Yaoi precedente al Lolicon) representan una apropiación y una crítica implícita por parte de los jóvenes, de la cultura masiva que los rodeaba, es decir, el maga para niños y jóvenes de la década de 1980. De hecho, el nacimiento del Doujinshi y los eventos masivos asociados a estos, se ha interpretado en varios casos como «la versión japonesa del movimiento feminista», pues esta subcultura que nace con el Yaoi y que sólo hasta finales de los 80s vio nacer su contratarte masculina,  suele criticar fuertemente los estereotipos de género, a modo de «historias alternativas» en que los protagonistas masculinos de determinada serie de éxito, se ven envueltos en una historia de amor homosexual. 

Sobre la importancia del Doujinshi, es imprescindible mencionar a Azuma Hiroki, otro renombrado autor cuando se trata de «Cultura Otaku».  El publicó en su 『動物化する日本ポストモダン―オタクから見た日本社会』(algo así como «La posmodernidad animalizante, la sociedad japonesa vista desde el otaku», traducido al Inglés como «Otaku: Japan’s Database Animals» ) una imagen del consumo del otaku, visto desde la posmodernidad. Para Azuma, este consumo se da a través de lo que el denominó «base de datos», oponiéndolo a «un consumo de la narrativa» (postura defendida por Otsuka Eiji), es decir, a grosso modo, el Otaku según Azuma, (al menos el Otaku de la generación «post Evangelion» que aparece en la segunda mitad de la década de 1990) no está interesado en el consumo de narrativas complicadas, o mundos complejos de ficción (visión moderna), sino en consumir elementos disociados que le producen placer (visión posmoderna), lo cual está representado por la búsqueda de elementos «moe»(萌え). Lo que aquí interesa es que es precisamente a través de las «二次創作” o «obras secundarias» (es decir, derivadas de alguna otra, lo que es esencialmente el Doujinshi), como se da la construcción de esta «base de datos» que forma el consumo del Otaku. El mercado Doujinshi es un lugar, desde esta perspectiva, en que se presentan numerosas posibilidades para la creación y re configuración de los elementos de la «base de datos» de la cultura Otaku.

Finalmente, existen estudios recientes en Japón que se enfocan en la actividad de los aficionados dibujantes de Doujinshi, o en estos eventos, todos con influencia de los estudios del Fandom en lengua inglesa, que principalmente describen comunidades de aficionados en Estados Unidos de Norte América o el Reino Unido.

Algunos de los estudios realizados por japoneses son pequeñas etnografías de estos eventos o actividades como las dos que aparecen en el libro 『それぞれのファン研究』(no hay traducción)

『ファンダムの場を創るということ』玉川博章

『「二次創作」動物とそのネットワークについて』名藤多香子

 

 

4 respuestas a “Doujinshi en Japón!

  1. Spidy junio 16, 2011 / 10:33 am

    Interesante. Creo que también se puede abordar el impacto del Doujinshi dentro del propio anime, es decir, cuando un Doujinshi está tan bien hecho que su calidad es comparable con la obra original y los fans los adoptan como parte integral de dicha obra.

    Me parece que un gran ejemplo de esto es Evangelion Re-Take, un Doujinshi que supo explotar el apetito de los eva-fans y nos mostró una historia que va más allá de la serie original y que se basa en el aspecto sexual que muchos quisimos ver de los personajes. Sin duda los creadores de este fan-work supieron explotar el morbo. Todo esto podría remitirnos a cuáles son los aspectos que hacen del Doujinshi algo atractivo, si es el afán por ver más de nuestro anime y que la serie o manga original no nos proporcionó, o si esos trabajos tuvieron tanto éxito que nos dejaron con ganas de más, y que a falta de obras originales tenemos que saciar nuestras “ganas de más” con Doujinshi.

    Finalmente, ¿el Doujinshi se basa de la fama del anime o termina haciendo propaganda y aumentando la popularidad de éste? Creo que es una buena pregunta para reflexionar. Claro, también podría estudiarse si el Doujinshi funciona como una plataforma para dar a conocer nuevos talentos o si es una forma que los fans tenemos para apropiarnos y hacer nuestras las series que tanto nos gustan.

    No sé cómo no había encontrado su blog antes, pero me gustaría unirme, sobre todo porque veo que muchos también son de la ENAH.
    Saludos.

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  2. Tsubasa julio 1, 2011 / 3:58 am

    Tocas un punto muy importante. La diferencia del consumo aún dentro de los propios otakus puede dividirse en dos, los que optan por el contenido (historia, profundidad, diseño de personajes, etc.) y los que gustan de lo visual (fanservice).

    Aquí haces referencia a que mientras más grande la persona, es mayor partidario del primer grupo, y de menor edad al segundo (Post-Evangelion). Habría que profundizar en ese aspecto porque actualmente la industria del anime está empecinada a producir series hacia el sector más rentable, o lo que es lo mismo, con una gran cantidad de estimulación visual. Es por eso que casas productoras dedicadas a series alternativas a lo acostumbrado, como «noitaminA», la vean difícil por la competencia (y ocasionalmente a producir «moe» por conveniencia), y esta es una competencia que tiene mayores ventajas por su facilidad para vender merchandising…

    Un gran saludo.

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  3. Ragnarok agosto 26, 2012 / 7:35 am

    Aunque no tenga una formación propiamente dicha en comunicación, el interés de investigar las tendencias del medio en mi país me llevó a conocer hace 12 años la postura de Azuma, gracias a un semiólogo colombiano y, en consecuencia, corroborar con correspondencia y veracidad, todo lo que el comentario del crítico japonés ha plasmado sin embargo, no tenía idea que el inicio de esa pauta (Azuma dixit) ocurriera posterior a Evangelion (la serie de televisión).

    Para el tiempo en el que entablé comunicación con mi ahora amigo y colega (aunque no lo merezca :D), ocurríauna crisis creativa (1999-2000) del que autores como Leiji Matsumoto y Hayao Miyazaki, señalaban un estancamiento «a lo Eva» en la producción de anime. El «cuajado» de la salvación con títulos punteros (Chobits, Onegai Teacher) y la consolidación (Haruhi Suzumiya no Yuutsu) mantuvieron congruentes esas viejas conclusiones.

    Un poco de lo anterior plasmo (a mi manera) ese detalle y otros en mi entrada de blog «El Anime Viejo Vs. el Anime nuevo: Una discusión bizantina»: http://wp.me/pL8nI-4q

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